Personas que compartan esta visión del futuro inmediato sin dejar de pensar en el largo plazo, que quieran formar parte activa del proceso de construcción de un mundo mejor y que saben que pueden hacerlo. Personas con capacidad de influencia y capacidad en la toma de decisiones, con recursos [no necesariamente económicos] y la iniciativa suficiente para aunar esfuerzos y crear una corriente de sinergia dirigida a este objetivo compartido.

Inversores sociales en el más amplio sentido del término. Personas y colectivos dispuestos a aportar lo necesario para construir el futuro común y que compartan el vértigo de estar ante un momento singular, al principio de una nueva etapa, en el que si bien no todo es probable, sí que todo es posible.

Personas y colectivos estrategas orientados a generar impacto sostenible y duradero en su ecosistema [local o global] y que algunos compañeros de viaje saben identificar escenarios de oportunidad, comprender sus claves y elegir el momento idóneo para incidir positivamente; personas y colectivos que quieran participar en un proceso de cambio real y que consideren que las soluciones a los problemas no han de ser parciales o circunstanciales, sino sistémicas, audaces, ambiciosas, evaluables y fruto del compromiso.